¡...Y SEGUIMOS HACIENDO EXPERIMENTOS!

A los niños les llamó mucho la atención el conocer que, en el caso de ir a Venus, entre otras cosas, su atmósfera nos aplastaría (el aire nos aplastaría, como dicen los niños).
Esto me hizo pensar en un experimento que pone de manifiesto cómo el aire ejerce una presión sobre todas las cosas ¡aunque no llegue a aplastarnos!
Para llevarlo a cabo necesitamos:

• una botella llena de agua, con un agujero(más o menos en la mitad de la botella).
• un barreño, para recoger el agua que caiga de la botella.

En un primer momento me he presentado en la asamblea con la botella y el barreño. Enseguida los niños han empezado a exclamar que íbamos a hacer un experimento.
He abierto la botella y ha empezado a salir el agua, a modo de fuente. Al momento he cerrado la botella y el chorro se ha cortado. ¡¡Magia, magia!! Han empezado a gritar.
¿Cómo es posible? ¿Por qué se corta el chorro si la botella tiene un agujero?

Aunque es difícil de entender por los niños, les he preguntado:
-"¿Qué tenemos a nuestro alrededor?"
Todos han contestado que tenemos aire.
-"¿Y qué creéis que pasa dentro de la botella cuando le quitamos el tapón?"
-"¡Aire!"- han respondido a coro.
-"Pues eso es lo que ocurre con el aire, que aunque no lo notemos, también "nos aplasta" un poquito.
El  aire al entrar dentro de la botella, aplasta el agua y hace que ésta salga por el agujero.".
(No he utilizado la palabra presión, porque no es un concepto que comprendan, pero sí entienden el concepto "aplastar", aunque parezca un poco exagerado).

Después de hacer el experimento, les he dejado la botella  y el barreño a su alcance, para que todos lo hagan y experimenten por sí mismos, no limitándose sólo a observar la realización del mismo.

No os podéis imaginar lo que les ha gustado. Lo ven como algo mágico...y si además hay agua por medio ¡mejor que mejor!