He de decir que Sara se quedó gratamente sorprendida con las preguntas y las explicaciones de los peques. ¡Qué participativos son!
Aunque también contaron muchas cosas acerca del comportamiento de sus papás y mamás al volante... y de otros conductores.
¡Tienen muy claras las normas y no se les pasa nada por alto!
¡Cuidado, familias!
También nos mostró algunas de las herramientas que utiliza.
Como veis, no perdieron ningún detalle.Incluso salió un voluntario para hacer prácticas de policía.
En la segunda parte del taller, les contó un cuento sobre un conejito que no iba correctamente por la acera y por ello tuvo un percance. Los peques empatizaron con las desventuras del conejito y estuvieron muy atentos al relato.
En la última parte realizaron una ficha en la que tenían que identificar el bordillo, la acera y el paso de peatones, además de colorear correctamente un semáforo.
¡Ah! Y les regaló otra ficha más para hacerla cuando quisieran.
Quedó patente, por su forma de hablarles, que a Sara le encantan los niños y estos lo captaron enseguida. Se dirigían a ella como si la conocieran de toda la vida, je, je.
Y como son muy cariñosos, la despidieron con besos y abrazos.
Muy interesante la clase de educacion vial, muchas gracias Sara!!
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