¡Pero qué había ocurrido en clase durante la noche!
Toda ella estaba llena de basura...¡hasta tomates había en el suelo!¡Cuánta suciedad!
Menos mal que mis peques son muy limpios y todo lo recogieron.
Encendimos el ordenador para ver si teníamos algún mensaje y esto fue lo que vimos:
Un duende nos regañaba por mezclar todos los residuos. ¿Qué teníamos que haber hecho?
Jorge dijo que había que echar los envases al contenedor amarillo y los papeles, al azul.
Así que los separamos en bolsas diferentes.
¿Pero dónde estaban esos contenedores?
Carla Nieto dijo que al lado del Ahorramás había varios.
¡Pues allá que nos fuimos! ¡Dicho y hecho!
Allí leímos los carteles de cada contenedor y procedimos a la separación de nuestros residuos.
Un señor depositó una botella de vidrio en el contenedor verde...¡y todos le aplaudimos!
¡Con la satisfacción del deber cumplido volvimos al cole!
Al día siguiente nos encontramos con un nuevo mensaje:
Después de verlo acordamos pintar unas cajas para convertirlas en contenedores.
En ellas depositaremos los envases de plástico y los papeles. ¡Pero no valen todos! Si están manchados de grasa no se pueden reciclar.
¡Pero para completar la misión debíamos implicar a todo el colegio en el reciclado!
Así que con un grupo de peques nos dirigimos a varias de las clases de Primaria para hablarles de nuestra misión y de lo importante que es el reciclado para cuidar nuestro planeta y gestionar mejor los residuos.
¡Ellos fueron los encargados de hablar!
Nosotros nos comprometimos a instalar una contenedor amarillo en su patio de recreo y ellos nos prometieron utilizarlo.
Ya sabíamos CÓMO RECICLAR y estábamos en ello, pero también era importante REUTILIZAR y esa fue otra de las misiones del duende 3 R:
Nos dejó un montón de rollos vacíos de papel higiénico para que los convirtiéramos en otra cosa: un dragón para soplar.
Ahora todos cuidan mucho separar correctamente sus residuos, y si no saben muy bien dónde hay que echarlo, preguntan a un amigo.
También lanzan propuestas para REDUCIR, como la que nos propuso Jorge: escribir por las dos caras del folio.
Así que le hice caso y les he preparado fichas sobrantes para escribir notas en ellas.
También nos gusta buscar los símbolos del reciclado en los diferentes envases. ¡Los localizan enseguida!
Y como nos encanta la música y el baile, os dejo dos versiones de la misma canción (una más tranquila y otra más marchosa) en las que se nos dan consejos para tratar los residuos.
¡AHORA OS TOCA A VOSOTROS RECICLAR!
¡AUNQUE...SEGURO QUE LO HACÉIS!
¡Que graciosos son! Por suerte todos aprendemos, porque lo de la grasa yo al menos no lo sabía. Muchas gracias por enseñarnos tanto a todos.
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