Un día , mientras estábamos tranquilamente en la asamblea, nos vimos sobresaltados por unos golpes en la puerta...
La abrimos y nos encontramos con esto:
Enseguida se dieron cuenta de que tenían unos cartelitos.
Y fueron ellos los que dedujeron su significado: nos indicaban lo que teníamos que hacerles a las plantas.
¡Y así lo hicimos!
La que solo necesitaba agua la dejamos en el servicio, y las otras dos las colocamos en el patio (aunque tan solo una recibió agua, a la otra solo le tenía que dar el sol).
Pero como mis peques son muy curiosos, querían saber el nombre de estas bonitas flores... y como yo no sé nada, je, je, les propuse escribir la pregunta en la pizarra para ver si el duende nos contestaba.
La escribieron entre todos pero...¡se nos olvidó algo!
Menos mal que Mario se dio cuenta del despiste: ¡no habíamos puesto "POR FAVOR" !
Al día siguiente apareció la respuesta...¡pero desordenada!
Las flores formaban parte de un experimento: el duende quería asegurarse de que sabíamos lo que necesitaban las plantas para vivir.
En unos cuadrantes anotaríamos cómo estaban las petunias con los diferentes cuidados que iban a recibir.
Con caritas sonrientes, tristes o neutras, anotarían su desarrollo.
Aunque muchos tenían claro qué necesitaban las plantas, el duende quería que lo comprobásemos para que no tuviéramos ninguna duda.
Empezamos el jueves, 27 de abril y terminamos el jueves, 4 de mayo:
Cada día el rey y el secretario colocaban las flores en la asamblea y comentábamos su aspecto.
"¡El duende, el duende!"-gritaban los peques.
Parece ser que nuestro amigo el duende nos había dejado estas tres preciosas macetas.Enseguida se dieron cuenta de que tenían unos cartelitos.
Y fueron ellos los que dedujeron su significado: nos indicaban lo que teníamos que hacerles a las plantas.
¡Y así lo hicimos!
La que solo necesitaba agua la dejamos en el servicio, y las otras dos las colocamos en el patio (aunque tan solo una recibió agua, a la otra solo le tenía que dar el sol).
Pero como mis peques son muy curiosos, querían saber el nombre de estas bonitas flores... y como yo no sé nada, je, je, les propuse escribir la pregunta en la pizarra para ver si el duende nos contestaba.
La escribieron entre todos pero...¡se nos olvidó algo!
Menos mal que Mario se dio cuenta del despiste: ¡no habíamos puesto "POR FAVOR" !
Al día siguiente apareció la respuesta...¡pero desordenada!
Al final y después de leer varias combinaciones nos quedamos con PE TU NIAS.
Pero también vimos esto:
Las flores formaban parte de un experimento: el duende quería asegurarse de que sabíamos lo que necesitaban las plantas para vivir.
En unos cuadrantes anotaríamos cómo estaban las petunias con los diferentes cuidados que iban a recibir.
Con caritas sonrientes, tristes o neutras, anotarían su desarrollo.
Aunque muchos tenían claro qué necesitaban las plantas, el duende quería que lo comprobásemos para que no tuviéramos ninguna duda.
Empezamos el jueves, 27 de abril y terminamos el jueves, 4 de mayo:
Cada día el rey y el secretario colocaban las flores en la asamblea y comentábamos su aspecto.
Al acabar la semana, nos dimos cuenta de lo siguiente:
- La planta que estaba más fresca y con flores era la blanca, la que recibía agua y sol.
- La que peor estaba era la rosa, estaba muy seca, pues no había recibido nada de agua.
- La que no había recibido sol, no tenía ninguna flor.
¡Estaba claro!: LAS PLANTAS NECESITAN AGUA Y LUZ para vivir.
¡Así que como el experimento ya había acabado, decidimos salvar a las otras dos petunias, y a partir de ese día las estamos regando y cuidando!
Espero que sobrevivan al experimento. Estos investigadores son listísimos.
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