¡EL MONSTRUO ESTÁ ENFADADO!

¡Menuda cara tenía hace unos días nuestro monstruo...! ¿Qué le pasaría?

-"¡ESTÁ ENFADADO!"- dijeron todos.

Bueno, justo en esos momentos estaba relajado y tranquilo, pero quiso hacernos un dibujo de la expresión que había tenido momentos antes.
Nos explicó que unas personas habían estado dando ruido toda la noche y no había podido dormir. ¡Qué enfadado se había puesto!
Él quería saber qué cosas nos enfadaban a nosotros...y resultó una conversación muy interesante. ¡La de cosas que contaron los peques!
Fue un momento especial que sirvió para que muchos de mis peques se liberaran y pudieran expresar sus preocupaciones. A otros, aún les cuesta expresar sus sentimientos y dicen que no se enfadan por nada, je, je.

En otra sesión vimos algunas imágenes de personas enfadadas y realizamos un análisis de sus expresiones: cómo ponen la boca, los ojos, cómo aprietan las manos... Y nos dimos cuenta de lo feos y arrugados que nos ponemos cuando nos enfadamos.

También comentaron las posibles causas de los enfados. ¡Qué interés ponían todos en participar!

Fue un momento de observación y de expresión de lo que veían, pero también aprovecharon para comentar experiencias personales parecidas a las reflejadas en las imágenes.

 Y todo ello, pidiendo el turno para hablar y respetando a los compañeros. ¡Genial!

Mis peques también quisieron poner esa expresión de enfado...pero de mentirijillas, ¡que en clase estamos muy bien!