El viernes decidimos salir al parque de Gasset para comprobar cómo estaban los árboles en invierno. Ya sabéis que todas las mañanas saludamos a los árboles del pasillo, pero los niños querían ver los auténticos: cuáles seguían con hojas y cuáles las habían perdido.
El día era más primaveral que invernal pero eso hizo que la salida fuera más agradable.
Antes de salir, recordamos entre todos las normas a seguir en la salida: en los desplazamientos vamos andando en fila; cuando nos paramos, podemos investigar pero sin alejarnos mucho del grupo. Y cuando escuchen el silbato deben agruparse alrededor de la seño. Si alguno no cumple estas normas de seguridad...¡se vuelve a clase!
La teoría estaba clara, pero la práctica...
Los primeros árboles que vimos fueron los plátanos, en ese momento tres amiguitos quisieron darse unas carreras y se fueron paseo adelante. ¡Ya se les había olvidado lo que acabábamos de comentar!
Así que para estos amiguitos acabó la excursión, volviendo a la clase con la seño Isabel.
Como os podéis imaginar, este suceso sirvió para que el resto de la clase se comportara correctamente. Espero que para la salida de primavera nuestros tres amiguitos hayan aprendido la lección.
En nuestro paseo vimos cómo los plátanos ya no tenían hojas aunque sí tenían unas bolitas (lástima que no hubiera ninguna por el suelo), los tejos conservaban sus hojas, los políporos estaban más oscuros que en otoño, el pinsapo también seguía con sus hojas...Pero además tuvimos la suerte de encontrarnos con unos jardineros que muy amablemente nos explicaron cómo estaban removiendo la tierra para que crecieran los rosales. También nos dijeron que había que cuidar y respetar las plantas.
Después vimos un árbol con unas semillas que volaban como si fueran helicópteros ¡nos encantó!
Visitamos la casa de las palomas y nos sentamos (muy calladitos para no asustarlas) a escuchar a las aves del parque. Por último vimos la biblioteca del parque ¡y no me refiero a la biblioteca pública! pero no nos acercamos mucho a ella pues alguien había dejado una botella vacía en la zona de asientos. Los niños comentaron que eso estaba mal. ¡Las botellas no se dejan tiradas por ahí!
Ya en clase observamos los poquitos elementos que habíamos recogido y volvimos a hacer girar a las semillas de tilo recogidas.
¡Llegaron cansaditos pero enseguida repusieron fuerzas!
¡Qué suerte tienen estos niños de tener una seño amante de la Naturaleza! Ya veréis todo lo que vais a aprender, del Parque y de mucho más.
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