Como era de esperar, Daniela ha saltado de alegría al ver aparecer su nombre.
Cuando sus compañeros han visto cómo aparecía una letra "D" han creído que el afortunado era David; otros han dicho que también podría tratarse de Diego, pero al ver una "A" también han dicho que podía tratarse de Daniela...¡y así ha sido!
Hay que ver con qué poquito se logra que un niño sea feliz. Y si esto se logra con libros ¡mucho mejor!
Daniela, estoy segura de que vas a disfrutar mucho con LA MALETA VIAJERA, no hay más que ver tu carita de alegría:
Es una labor maravillosa la que hacen, más si la principal recompensa es esta gran sonrisa y un futuro prometedor lleno de alegría.
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