¡Menuda prueba tuvieron que resolver mis peques!
Debían agruparse en tríos y escribir ¡sin ayuda! una palabra muy relacionada con nuestro proyecto: RÍO.
A escribir ya estaban acostumbrados pues forma parte de nuestra rutina de asamblea, pero a tomar decisiones como quién empieza a escribir, quién vocaliza la palabra, etc. era algo nuevo.
¿Serían capaces de organizarse entre ellos y lanzarse a escribir una palabra?
¡Por supuesto que sí!
Tan solo un equipo no escribió la palabra al mismo tiempo que el resto. ¡Normal! Es la primera vez que se enfrentan a esto. Estoy segura de que en próximos retos todos concluirán la actividad.
Después de escribir, cada trío explicó cómo lo habían hecho: si cada miembro había participado y de qué manera, si solo uno había llevado "la voz cantante", si a alguien no le habían dejado escribir, etc.
Es una forma de reflexionar sobre su trabajo. De este modo, la próxima vez que realicen una actividad similar, tendrán más recursos para llevarla a cabo con éxito.
No obstante me sorprendieron positivamente. ¡Y eso que no les ayudé en nada!
¡ENHORABUENA! ¡PRUEBA SUPERADA!
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