viernes, 8 de mayo de 2015

LA LLEGADA DEL HOMBRE A LA LUNA

Si vuestros hijos e hijas llegaron el miércoles  a casa diciendo que habían viajado a la Luna y, además llevaban restos de polvos blancos... ¡No penséis que estaban desvariando, jeje! 
Sí que lo habían hecho...o al menos lo habíamos dramatizado. Y esos polvos bancos eran partículas del suelo lunar.

La semana pasada habíamos comentado la misión Apolo 11 y algunos habían llevado a clase la fotografía de la 1ª huella en terreno lunar. Todos estaban muy interesados por el tema y les hice una propuesta: 

¿Os gustaría que convirtiéramos nuestra clase en la Luna? ¿Y que dejásemos una huella como ocurrió aquel 20 de julio de 1969?

Ya os podéis imaginar su respuesta...y la cara de incredulidad cuando les comenté que eso iba  a ocurrir.
Les lancé una nueva pregunta:

 ¿Con qué material podríamos simular el suelo lunar?

Después de nombrar algunos materiales, y su conveniencia o no de utilizarlos, decidieron que la harina era una buena elección...pero no creían que la "seño" fuese capaz  de hacerlo.

El miércoles fue el día elegido. Hicimos unos sencillos cascos en los que iban escritos los apellidos de la tripulación, y coloqué una mesa y una silla grande (módulo lunar y módulo de mando, respectivamente).
Como casi todos querían participar,  hubo que repetir la historia unas poquitas veces...

En primer lugar despegan con la cuenta atrás y con una gran vibración de toda la nave.


El  módulo de mando se separa del módulo lunar. En la 1ª nave se encuentra Michael Collins orbitando  la Luna. (La seño coge la silla y da vueltas para simular el movimiento orbital, jeje)
El comandante Armstrong (en el módulo lunar) se percata de que se está dirigiendo hacia un cratér y, a pesar del escaso combustible que le quedaba, decide buscar otro lugar más idóneo para el alunizaje ¡Y lo consiguió!
(Todo esto lo dicen los peques mientras la "seño" agita el módulo lunar, simulando las vibraciones propias de la maniobra de alunizaje).
Finalmente el alunizaje es un éxito y, al descender de la nave, Armstrong pronuncia una frase histórica:

"Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad"



Edwin Aldrin es el 2º en descender por la escalerilla.


Ambos miran sus huellas...


Según las crónicas, Aldrin le hizo una foto a Armstrong.


Después de repetir esta escena 9 veces y de exclamar (al verse "ligeramente" blancos):
 "¡Verás nuestras madres!", les dije -asumiendo toda la responsabilidad- que podían disfrutar un poco del polvo lunar antes de proceder a su recogida.
Y libres  de toda culpa ...¡decidieron cubrirse con nuestro particular suelo lunar!



5 comentarios:

  1. Rodríguez-Encina9 de mayo de 2015, 0:38

    Que alunizaje más didáctico y a la vez divertido!

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  2. !Qué actividad tan motivadora y qué bien se lo pasaron.! . !Enhorabuena!. Un besazo.

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  3. Hola. felicidades por desarrollar esta actividad tan realista y divertida. Me puedo imaginar que los alumnos estaríanh muy implicados y encantados de ''viajar'' a la luna. Seguimos en contacto

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  4. Rosario, una gran representación de la llegada del hombre a la luna. Me ha encantado y seguro que ellos han disfrutado mucho. Un abrazo.

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  5. ¡¡Me parto!! Esta actividad no me la habías contado....¡¡fantástica!!

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