LA ESCUELA DE LA BRUJA ATAULFA

¡En esta clase las sorpresas no faltan!

 El viernes, para poder pasar, tuvimos que atravesar unas grandes cortinas negras...

Había telarañas por las paredes y  calabazas de todo tipo:

Y al fondo, en la pizarra, un cartel muy tenebroso...

Nos informaba de que estaba abierto el plazo para inscribirse en 

¡LA ESCUELA DE LA BRUJA ATAULFA!

Los interesados debían presentarse a las 10:30 en la sala de psicomotricidad para realizar la prueba de admisión.

¿Algún interesado?...

¡Todoooos!

Pero como no solo de clases prácticas viven los estudiantes, la bruja Ataulfa nos regaló "El Manual de las Brujas".
¡Qué detalle!

.

A la hora convenida, los peques de las dos clases de 4 años se reunieron en la sala de psicomotricidad para realizar las pruebas.

Allí les esperaba la bruja Piruja, una bruja muy buena:

Ella sería la encargada de hacerles las pruebas para poder admitirlos en la escuela de brujas.

Pero había un problema: la bruja Piruja tenía una hermana -la bruja Maruja- a la que le encantaba comer mofletitos de niños. 

 ¡Qué miedo!

¡Menos mal que veía menos que un pato de escayola !
 Si los peques eran capaces de estar quietecitos en su presencia, la bruja no los descubriría.

Así que, con esta advertencia, se dispusieron a realizar la 1ª prueba: 

EL BAILE DE LA ESCOBA

 (Todo buen brujo o bruja debe manejar con gracia este instrumento)

Después de esta primera prueba, los niños dejaron de ser humanos corrientes, y se convirtieron en aprendices de brujos, así ya no había peligro de que les hiciera algo malo la bruja Maruja. 

Y las dos hermanas juntas continuaron realizando pruebas  a los pequeños aprendices: saltar encima de charcos apestosos, atravesar cuevas llenas de murciélagos, pisar serpientes...

¡Ufff, qué cansancio!

Aunque todo esfuerzo tiene su recompensa: 

¡Todos los aspirantes al ingreso en la Escuela de la Bruja Ataulfa superaron las pruebas!

...¡Y lo celebraron con un sabroso picnic!

¡Ah! Para todas estas pruebas contamos con la gran ayuda de dos brujitas en prácticas: Rosa y Alba.

¡GRACIAS!