El día comenzó con una sorpresa...
Los peques se entusiasmaron al ver lo que había preparado e inmediatamente empezaron a decir lo que estaban viendo y a relacionar los objetos con los personajes de las imágenes. La mayoría los conocía... aunque no todos tuvieran muy claro quién era el real y quién el ficticio.
Algunos peques leyeron el cartel: ¡era el DÍA DEL LIBRO!
Además había una caja con un contenido muy interesante...
Con las PLUMAS, los que quisieron, dibujaron los molinos que aparecían en la obra de Cervantes.
Con los DADOS jugamos a inventar historias: el juego se compone de 6 dados con imágenes. Hay que lanzarlos y con la imágenes que han salido, crear una historia.
Así lo hicimos al principio, pero después decidimos que la historia debería escribirse para no olvidarla.
En primer lugar, fui anotando en la pantalla lo que los peques se iban inventando.
Eran frases sencillas.
Dividí la clase por parejas y a cada una de ellas le tocó una frase: debían dibujar su escena y escribir, "a su manera", el texto.
El siguiente paso fue numerar las páginas. Lo último fue un título para su creación.
Salieron varias propuestas y se hizo una votación. El título más votado (ahí aproveché para trabajar "mayor que" "menor que") fue el elegido.
Acabamos la jornada leyendo el libro que contenía la caja. ¡Les gustó mucho!
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