Y, gracias al instrumental apropiado y con ayuda de mis criaturillas, pudimos coger dos de ellas.
Una la guardé en el bote-lupa para que la pudieran observar mejor y la otra se quedó volando dentro de la cestita.
Por supuesto, después de mirarlas bien, salimos al patio para liberarlas. La encargada de liberarlas fue Anabella, la reina del día, pero llegado el momento tuvo algunos reparos y declinó el ofrecimiento, siendo finalmente Rubén el que se ofreció a culminar la liberación.
¡Qué bien se ve la mariposa! |
Las miran con atención... |
¡Venga Anabella, abre el bote! |
¡BIEN! ¡LA MARIPOSA VUELVE A SER LIBRE! |
Aunque lo he hecho en mi blog te lo digo aquí. Felices vacaciones. Por cierto lo de la mariposa me ha encantando. La próxima vez, si no lo habeis hecho, fijaros en lo que la diferencia de todos los bichos. Su trompa.
ResponderEliminarBesos
EliminarAl día siguiente apareció una mariposa muerta en clase e intenté sacarle la "lengua", pero no pude, jeje, aunque seguiré intentándolo ¡seguro que mis criaturillas se sorprenderán cuando la vean! l
Lo que sí puedo hacer es mostrársela en fotos pues tengo una enciclopedia, con unas ilustraciones muy buenas, en clase.
De todos modos ¡muchas gracias por tu idea!
Un besete y de nuevo ¡feliz verano!
Ojos curiosos... mentes despiertas... ¡¡genial el trabajo... que no se puede ni quiere reflejar por escrito!!
ResponderEliminarVeo que hacéis un buen uso del kit, la de cosas que pueden aprender de primera mano, GENIAL!!!!
ResponderEliminarUn besete