En esta ocasión la prueba iba de LETRAS. ¿Mis peques serían capaces de organizarse y formar la palabra FUENTE?
¡Pues claro que sí!
El resto de equipos lo hicieron muy poco después y ellos mismos se autoevaluaron:
Por último, pegaron las letras en sus cartulinas y las dejamos expuestas en clase.
Volví a decir la palabra FUENTE, vocalizando despacio y así se dieron cuenta de que había que reordenar la letra o letras que no estaban en su sitio.
¡BIEN HECHO!
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