Se había enterado de que mi gatita estaba enferma y se había entristecido bastante.
Ni siquiera los abrazos que le dieron los peques lograron cambiarle de color...¡Y eso les extrañó, je, je!
Han sido muchas las actividades que hemos realizado para trabajar esta emoción.
- Hemos hablado acerca de las cosas que nos causan tristeza y las hemos "metido" en un bote..
- Hemos sentido la tristeza al escuchar "Silencio" de Beethoven.
- Hemos analizado diferentes imágenes, interpretando lo que ocurría y describiendo las expresiones faciales (ojos, cejas, boca, actitud corporal...).
- Les he contado el cuento "El pajarito herido" para que empatizaran con la tristeza del protagonista.
Este cuento está basado en una leyenda nórdica que yo he adaptado a nuestro entorno, cambiando algunos de los árboles originales del relato por otros más cercanos a los peques.
- Pero también hemos buscado "trucos" para aliviar la tristeza: los besos y abrazos de los amigos son una gran consuelo. ¡Y los han puesto en práctica con magníficos resultados!
- También hemos realizado actividades para conocer el color AZUL. Aquí podéis ver dos ejemplos:
Si pincháis en la imagen podréis acceder a la presentación que utilicé con los peques para analizar las expresiones faciales:
Y aquí os dejo la composición musical que hemos escuchado:
De momento, así va quedando nuestro mural del MONSTRUO DE LAS EMOCIONES:
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