Este momento no suele gustar mucho a los peques pero al ser nuestra mascota la que se lo pedía...¡Pues no hubo ningún problema!
Les he enseñado un "truquillo" para ponérselo con facilidad, pero los botones les cuesta bastante.
¡Afortunadamente siempre hay voluntarios dispuestos a echar una mano!
¡Qué gusto da ver cómo se empiezan ayudar entre ellos!
¡Gracias, José!
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