Lo que parecían las huellas de un animal, entraban por la puerta que da a nuestro patio y desaparecían en un cajón de la biblioteca. ¡¡El animal o lo que fuera debía de estar dentro!!
¿Qué hacemos?
José Eduardo se armó de valentía y miró un poco...¡Parecía un pequeño monstruo!
¡Alberto muy emocionado llamó a Alba para que no se lo perdiera!
Finalmente, José lo sacó.
¡Era un amigo mío! Pero estaba hecho un lío.
A veces se levanta confuso y no sabe muy bien cómo se siente ni qué es lo que le pasa. En esos casos, necesita que alguien le ayude a ordenar un poco ese lío.
¿Cómo lo podemos hacer...?
Mis peques lo tenían claro. Enseguida se pusieron a deshacer todo ese lío y como casualmente tenía unos botes, han guardado cada hebra de lana en ellos.
Ahora nuestro pequeño Monstruo de Colores está relajado.
Todos le dan la bienvenida:
Para presentarlo en casa, los peques hicieron estos monstruos tan graciosos:
Así empezamos nuestro proyecto dedicado a las emociones.
Con la ayuda del Monstruo de Colores los peques identificarán las emociones más básicas, tanto en ellos mismos como en los demás, les pondrán nombre y aprenderán a gestionarlas adecuadamente (al menos se intentará, je, je).
Familias, os dejo un interesante vídeo de Elsa Punset que habla precisamente de esto.
¡Vedlo hasta el final!
Sin olvidar las demás emociones...¡que la ALEGRÍA sea la emoción que más esté presente en nuestro entorno!
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