¡CUÁNTAS SENSACIONES!

Eso es lo que estamos viviendo en clase, muchas sensaciones para activar nuestros sentidos y desarrollarlos.
De momento os enseño algunas de las cosas que hemos hecho para trabajar el sentido de la VISTA (con Rosa) y el sentido del GUSTO.

EL SENTIDO DE LA VISTA

Rosa tuvo que ponerse al frente de la clase dentro de su fase de formación.

¡Mirad qué cosas más chulas realizaron con ella!:

POWER-POINT: ¡ADIVINA DE QUIÉN ES LA MIRADA!

¡Los peques se lo pasaron fenomenal adivinando a quién pertenecían esos ojos!

SESIÓN PSICOMOTRIZ: ¡EN BUSCA DEL TESORO!

Para encontrar el tesoro debían demostrar tener gran agudeza visual y a través de muchas pruebas lo encontraron:

Rosa from Rosario Arroyo Molina

CUENTO: PEQUEÑO AZUL Y PEQUEÑO AMARILLO

Este precioso cuento nos vino muy bien para hablar de los colores a través de una historia de amistad.

 

Si lo queréis ver en casa, os lo dejo en vídeo:

CREAMOS EL COLOR VERDE: ABRAZOS MÁGICOS

Y después de leer ese maravilloso cuento, decidimos poner en práctica esos abrazos:

Los pequeños amarillos, a la izquierda y los pequeños azules  a la derecha...

...se abrazan...

...y ¡tachan!

¡TODOS SOMOS VERDES!

Algunos más verdes que otros...je, je.

 ¡Seguro que ya no olvidan cómo se forma el color verde!

EL SENTIDO DEL GUSTO

Para abrir boca, Manuel nos regaló unas riquísimas (así se lo manifestaron sus compañeros) galletas caseras.

LOS 4 SABORES: DULCE, SALADO, ÁCIDO Y AMARGO

Otra día les hablé de los 4 sabores que nuestra lengua puede identificar: dulce, salado, ácido y amargo.

Pero como lo que queremos hacer es experimentar y sentir, pues les llevé 4 sustancias para que las probaran:

AZÚCAR, SAL, LIMÓN Y CAFÉ DESCAFEINADO.

Utilizando el sentido de la vista, mis peques no tenían nada claro dónde estaba el azúcar y dónde estaba la sal (las presenté en dos botes transparentes iguales).

El sentido que había que utilizar para diferenciar ambas sustancias era el del GUSTO.

¿Se atreverían a probar?

¡Por supuesto que sí!

Después le tocó el turno a la cata del limón -un trocito para cada niño- y a pesar de los guiños, lo probaron.

¡Es ácido!-dijeron todos.

Algunos decidieron aderezar su limón con azúcar ...o con sal. ¡El caso es experimentar y verbalizar lo que sienten!

¿Os imagináis lo que están probando ahora?

¡Café descafeinado!

¡Qué amargo estaba!- yo lo probé también.

Pero, a pesar de su amargor, les encantó probarlo.

¡Qué atrevidos!