Para superar la segunda prueba, Pepito nos pedía que mis peques llevaran peluches:
Antes de ponernos manos a la obra, los peques se sonaron sus narices para que estas estuvieran limpitas y pudieran respirar mejor. Respiramos notando cómo nos inflábamos y nos desinflábamos.
Para notar cómo el aire entraba y salía de su cuerpo, se colocarían sus peluches en la tripita. Esta subiría y bajaría.
Para intentar que se relajaran más les puse el siguiente vídeo:
A los peques les encantó. ¡Habrá que repetir la actividad!
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