El Hada del Parque quería comprobar si éramos capaces de hacer crecer una planta a partir de unas semillas...
¡Pero nos dejó unas lentejas! ¿Acaso las lentejas son semillas...?
Nosotros hicimos lo que nos pedía el Hada. El tiempo nos diría si las lentejas eran o no eran semillas.
(He de confesar que mi idea primera fue utilizarlas para echarlas al puchero pero mis peques me dijeron que hiciéramos caso al Hada...)
Por equipos fueron llenando de tierra su vasito hasta la marca señalada, echaron las lentejas y añadieron más tierra hasta una segunda marca.
El siguiente paso era alimentarlas para que crecieran. ¿Qué necesitarían? Todos dijeron que agua.
Las regaron un poquito, para que no se ahogaran (je, je), las sacaron al patio...¡y a esperar!
Al cabo de dos semanas... ¡mirad qué frondosas se pusieron!
¡Ah! También les propuse hacer un EXPERIMENTO para comprobar que, efectivamente, las plantas necesitan agua y sol:
Sembramos lentejas en dos vasitos más. Uno de ellos lo mantendríamos oculto, alejado de la luz solar pero sí recibiría agua. Otro estaría en el patio pero no lo regaríamos.
Este último al final sí lo regaron, por lo que las semillas crecieron, pero el primero de ellos, el que no recibió la luz del sol, así se quedó:
Las semillas habían crecido pero no estaban frondosas y lo más llamativo es que carecían del color verde. ¡El tallo estaba blanco y las hojas amarillas!
Nos quedó claro que las plantas necesitan agua y sol para crecer.
Pero viendo las plantas de nuestros vecinos, les surgió una duda:
¿Por qué apenas crecían, a pesar de que las regaban como nosotros y estaban al sol?
Después de hablar mucho sobre el tema pensamos que la causa estaría en la calidad de la tierra. La nuestra era muy negra y la suya marrón claro. ¡La nuestra debía tener más alimento que la suya!
La conclusión que obtuvimos fue que las plantas necesitan: AGUA, SOL Y TIERRA (pero de calidad, je, je).
¡MISIÓN SUPERADA!
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