Por supuesto, cumplimos con el protocolo marcado para la ocasión: canciones, besos y palabras bonitas ...
¡Y no podía faltar el momento más dulce!
¡A soplar la vela!
¡Vera nos obsequió con una riquísima tarta y zumos para todos!
Aunque las sorpresas continuaron y antes de irnos a casa regaló a cada peque un precioso cuento. |
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