¡Y con el teatro venían los personajes del cuento de Caperucita Roja que le habían traído los Reyes Magos!
Ese mismo día se abrió el telón, pero ¡claro! yo no lo hacía tan bien como Jessica, su mamá. Así que la invité a la clase para que fuera ella misma la que nos hiciera la representación.
¡Qué fantástica función! La historia estaba adaptada a los tiempos actuales y no podía estar más graciosa!
La abuela era una mujer muy activa y con mucha vida social. Las nuevas tecnologías también aparecían en la obra. Y son muchos los personajes que se dejan caer por el bosque que no aparecen en el cuento clásico.
¡Mirad el backstage! ¡No le falta detalle! Y el público totalmente atento y entregado.
Al final de la función la abuelita de Caperucita nos trajo un regalito...
Y los peques pudieron mirar y tocar todo lo que había entre bambalinas.
Una de las cosas que más les llamó la atención fue el móvil de Caperucita (la abuela tenía otro pero más antiguo, je, je), Jessica se dio cuenta de esto y...
¡Muchísimas gracias, Jessica, por tu originalidad, cariño y generosidad!
El teatro estará unos días en clase, en el rincón de la biblioteca. Cuando todos los equipos pasen por el rincón, el teatro volverá a casa de Nahia. ¡Lo cuidaremos!
Familias, las puertas de la clase están abiertas para lo que queráis...Pero, tranquilas, no es necesario que hagáis un teatro como este, je, je.
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